Hay muchos tipos de miedo, el racional y el irracional, por ejemplo, y de este último surge el que conocemos como miedo egocéntrico, el que reside en mí y de mí se alimenta y hacia mí tiende sus garras. No puedo hacer nada frente a él, ni sé cómo detener su avance ni puedo medir sus consecuencias. Es miedo en estado más o menos puro, pero se comporta como si fuera otra cosa, pues se disfraza de autocompasión, de ira y violencia, de mentira y, en muchas ocasiones, de soberbia.
Deja una respuesta